Sentido de vida

El componente más significativo de una mente sana y del crecimiento personal es sentir y creer que la vida es valiosa y se encuentra llena de significado. Cuando una persona experimenta la ausencia de significado y valor en su vida se desarrolla un estado cognitivo y emocional de desesperanza y percepción negativa de uno mismo y del entorno. Dar sentido a nuestras vidas lleva consigo la capacidad de afrontamiento ante la adversidad, la construcción de propósitos personales, compromiso personal, y de valores y metas definidas.

Dar sentido a nuestra vida es una misión ardua pero completamente posible; algunas aptitudes y capacidades esenciales a desarrollar que nos ayudan a encontrar este sentido y favorecer nuestro crecimiento personal son:

• Autoaceptación: Los seres humanos construimos nuestro autoconcepto, el cual hace referencia a los conocimientos, las creencias y descripciones subjetivas y objetivas que tenemos de nosotros mismos, en las dimensiones corporal, social, psicológica, entre otras. Al generar una descripción de nosotros mismos, los atributos y características que nos adjudicamos tienen implicaciones emocionales. Dichas implicaciones emocionales derivan en la autoestima, que es la dimensión de aprobación o desaprobación de nosotros mismos. Tomando esto en cuenta, desarrollar nuestra capacidad de autoaceptación es primordial para dar sentido a nuestras vidas, ya que en la medida en la que una persona tenga una percepción positiva de sí misma y del valor de su vida será capaz de afrontar los retos y tomar responsabilidad de las situaciones que se le presentan.
• Relaciones personales positivas: La capacidad de establecer relaciones interpersonales basadas en la comunicación asertiva y la cooperación con diversos individuos o grupos, que nos produzca satisfacción y paz, es esencial para favorecer nuestro sentido de vida y su valor.
• Autodeterminación y autonomía: La autodeterminación es la capacidad que tenemos como seres humanos para tomar nuestras propias decisiones y establecer nuestros propósitos. La autonomía hace referencia a la capacidad de desarrollarnos con libertad y responsabilidad ante las diversas situaciones de la vida. Tomar decisiones de manera individual, establecer nuestros propósitos, actuar con libertad, a la vez que asumimos responsabilidad sobre lo que decidimos y hacemos, es esencial para construir una vida plena.
• Propósito vital: Definir nuestro propósito de vida nos impulsa a construir un camino para alcanzar nuestras metas y dar un sentido de utilidad a nuestras vidas.
• Autorrealización: La satisfacción de haber alcanzado una meta personal genera motivación para seguir creciendo y desarrollándonos en los diversos ámbitos de nuestra vida.