• Prepara el espacio físico: Identifica un espacio en el que puedas sentarte cómodamente para realizar la actividad. Es recomendable que el lugar esté ordenado y limpio.
• Orienta tu mente: Antes de comenzar, haz unas respiraciones profundas.

2. Lee la siguiente definición: “Es el proceso de captar con atención e interés lo que otra persona me está diciendo para comprender su mensaje. Se escucha no solo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Implica habilidades como la empatía, la atención y la apertura”.

3. Invita a practicar la escucha activa a algún familiar o persona de tu entorno, comparte en pareja la respuesta a la pregunta: ¿Qué es lo que disfruto más de mi vida cotidiana, personal y profesional?

4. Cada persona tendrá 3 minutos para hablar, mientras su compañero lo escucha.

5. Escucha activamente poniendo toda tu atención a quien tiene el turno de hablar. Esto implica no interrumpir y no juzgar. En caso de que al escuchar surja algún juicio, déjalo ir y sigue escuchando.

Ambos van a ser conscientes de su lenguaje corporal tratando de ofrecer una postura que indique: “te estoy escuchando”, “sé que me estás escuchando”.

En caso de que se dé un silencio incómodo, la persona que escucha dejará que el silencio se mantenga todo el tiempo que la persona que habla lo necesite.

6. Coloca un cronómetro para observar cuando los 3 minutos hayan transcurrido y sea el momento de cambiar de roles.

7. Agradece a tu pareja la experiencia.

8. Reflexiona sobre el proceso, no sobre el contenido de la conversación. ¿Qué notaste al practicar la escucha activa? ¿Fue fácil o difícil? ¿Qué notaste acerca de ser escuchado activamente?

• ¿Qué descubriste?
• ¿Cómo fue tu experiencia en el proceso de escuchar?
• ¿Qué se siente ser escuchado activamente?