Cultivar relaciones armónicas con los demás es fundamental para construir nuestro bienestar. Desarrollar y poner en práctica las habilidades de escucha, empatía y generosidad al relacionarnos con los demás, nos hará sentirnos bien y en armonía.
La comunicación empática nos permitirá expresar de manera asertiva nuestros sentimientos y emociones, y es una herramienta para manejar conflictos interpersonales y cultivar relaciones armónicas.
Una manera de poner en práctica habilidades interpersonales como la escucha y la empatía al interactuar con los demás es comunicándonos de manera asertiva y empática; es decir, expresando lo que sentimos, necesitamos o pensamos y, a su vez, ofreciendo escucha activa y generosa a aquellos con quienes interactuamos.
Según Marshall Rosemberg, mediador, educador y creador del modelo de Comunicación Noviolenta o Empática, existen cuatro partes en el proceso de comunicación que nos permiten expresarnos de manera empática y asertiva a la hora de compartir nuestras emociones o sentimientos con otros:
1. Describir objetivamente los hechos. Se refiere a la capacidad de expresarse sin usar juicios, inferencias o acusaciones; a observar lo que ocurre en una situación sin hacer evaluaciones.
Ejemplo: “Alejandra, hay algo que te quiero comentar. ¿Recuerdas la tarde que comimos con Julio, nuestro jefe? Pues bien, durante esa comida compartiste información que yo te había confiado solo a ti.”
2. Expresar los sentimientos. Representa la oportunidad de identificar y exponer nuestras emociones sobre los hechos.
Ejemplo: “Esa situación me hizo sentir incómoda y confundida, porque no estaba lista para que nuestro jefe recibiera esa información sobre algo que ni yo misma he logrado comprender. Desde entonces me siento decepcionada y triste contigo”.
3. Expresar las necesidades. Se refiere a explicar lo que necesitamos para no sentirnos así, y fijar una línea ante eventos similares que pudieran ocurrir a futuro, y centrarse en lo que es importante para nosotros.
Ejemplo: “Si te lo conté a ti es porque sentía que eras mi colega y pensé que podrías comprender la situación ya que colaboras en la misma área. Necesito saber que te puedo compartir mis dudas y saber tu punto de vista sin exponerme. Debo saber si puedo confiar en ti”.
4. Formular la petición. Realizar un pedido concreto o un acuerdo para llevarlo a la práctica.
Ejemplo: “Te pido que no vuelvas a compartir información que te he contado solo a ti y de la que te he pedido discreción, ¿es posible para ti hacer eso?
En este proceso, también resulta importante la escucha generosa del receptor de este mensaje, escuchar e indagar sobre las posibles razones por las que se llevó a cabo la situación y dialogar sobre los acuerdos o acciones a tomar entre ambos.
- Las neurociencias nos confirman que comunicarnos de manera empática y asertiva nos permite generar un vínculo con quienes nos comunicamos, el cual diluye las barreras naturales que pueden existir cuando dos personas se comunican o conversan.
- Practicar las habilidades de escucha, empatía y generosidad a través de la comunicación nos permitirá desarrollar un mayor bienestar y armonía con las personas con quienes nos relacionamos.
- Center for Healthy Minds. https://centerhealthyminds.org University of Wisconsin-Madison.
- Newberg A., & Waldman M. R. (2012). Words can change your brain. England: Penguin group.
- Rosernberg, M. (2016). Comunicación NoViolenta: Un lenguaje de vida. España: Editorial Acanto.