Comprenderte y transformarte

Como maestro, madre o padre de familia debes creer en la posibilidad y capacidad de cambio y transformación en los niños y los jóvenes; y esto lo puedes lograr a través de la práctica constante y el acompañamiento en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin importar la edad, el nivel socioeconómico o las condiciones genéticas.

Este paradigma abre horizontes esperanzadores en la educación, en la que los niños y jóvenes puedan ser protagonistas de sus propios procesos de cambio y transformación.

Mensaje Clave

El psicólogo Reuven Feuerstein, entre otros, ha afirmado que la inteligencia del ser humano no es fija, sino modificable, y que cualquier persona, sin importar su edad, nivel socioeconómico, origen cultural o condición genética, es capaz de aprender y desarrollar nuevas capacidades.

Asimismo, la neurociencia ha comprobado que el ser humano es capaz de fortalecer las conexiones en su cerebro y de incrementar y crear nuevos canales neuronales; mientras más se enfrenta a experiencias de aprendizaje, más se fortalecen las conexiones cerebrales.

Es aquí donde la figura del padre de familia y/o del maestro cobra relevancia. Creer en la capacidad de cambio de tus hijos o alumnos es un punto de partida esencial, y transmitirles a ellos esta certeza es fundamental. No solo los padres y maestros deben creer en la capacidad del cambio, los niños y jóvenes deben también estar convencidos de su capacidad para hacerlo.

La motivación, la constancia, la actitud cálida y sensible ante ellos ayudará al logro del cambio, el crecimiento y la transformación, y al fortalecimiento de su autoestima.

Un punto muy importante en el proceso de aprendizaje de los niños, es tener, como maestro, claridad en la intención de lo que te propones lograr, y compartirla con ellos los hará partícipes, dándole sentido y dirección a su propio proceso.

¿Por qué es importante?

La neurociencia está desmitificando los modelos mentales y patrones culturales que en ocasiones bloquean y obstaculizan el desarrollo de los niños y jóvenes. Dichos populares como: “Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”, “Genio y figura, hasta la sepultura” o, “El que nace para maceta, no pasa del corredor”, son ejemplos claros de estas creencias y patrones. Como educador y padre debes estar atento de este tipo de pensamiento, ya que, si no lo haces conscientemente, esos modelos mentales pueden influir en tus actitudes y acciones al momento de interactuar con tus hijos y/o alumnos.

Creer en la posibilidad del cambio es alentador, porque rompe paradigmas y evita etiquetas que lastiman y obstaculizan el desarrollo del niño, afectando su autoestima y seguridad.

Crecer sabiendo que se es capaz, contribuirá al gozo en la construcción de conocimientos y aprendizajes que favorezcan el bienestar y el desarrollo de la inteligencia integral del niño.


 

Para saber más
  • Dweck, C. (2006) Mindset: The New Psychology of Success. Nueva York: Random House.
  • Investigaciones, trabajos y teorías del psicólogo Reuven Feuerstein.
  • Krishnamurti, J. (2013). El libro de la vida. Meditaciones diarias. España: Gaia Ediciones.
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