¿Cuáles son los gustos de una persona? ¿Cómo consigues aprender tus tipos de gustos y preferencias? ¿Cómo puedes educar hoy el buen gusto? ¿Cómo funciona el aprendizaje emocional y racional?

El cerebro realiza miles de actividades todo el tiempo, unas pocas de las que eres conscientes, y muchas otras que están en tu inconsciente y subconsciente. El cerebro tiene capacidades insospechadas para recibir, clasificar y ordenar los estímulos que le llegan del exterior, y esto es lo que diferencia al ser humano del resto de los animales: la forma en la que hace útiles los datos que recibe. Genera información a través de los datos, y, al interpretar con coherencia la información, genera conocimiento.

La información, cuando tiene sentido, aporta los criterios para escoger entre diferentes alternativas posibles o perspectivas de la vida. Pero solamente ofrece una visión general sobre las opciones que se tienen.

Los datos se perciben mediante los sentidos, sus interrelaciones se integran con la experiencia de la persona y generan información y, con ella, construye su conocimiento; le da significado, lo clasifica y lo hace un conocimiento formal.

Considerando que el aprendizaje se da en estos tres niveles: consciente, inconsciente y subconsciente, ¿cómo se desarrollan los gustos de una persona?

En el primer nivel, el consciente, es muy evidente porque se relacionan con una parte conocida de tu vida; la persona puede identificar sus gustos de manera muy clara y objetiva.

El segundo nivel, el inconsciente, es el que “acompaña” al primero y en él se depositan los conocimientos que no registraste por alguna razón. La identificación de los gustos asociados a este nivel es relativamente fácil, ya que están asociados a situaciones muy concretas y, al traerlas al terreno de lo consciente, se puede identificar lo que es agradable o desagradable de ellas.

El subconsciente es el nivel cuyo acceso es más difícil. En él se guardan las motivaciones que te llevan a disfrutar o rechazar situaciones, personas, sabores, etc. Está cargado de emociones que, muchas veces, ni siquiera tienes conscientes. El reto para los educadores es fomentar en los niños la recuperación de estos conocimientos.

Antonio Damasio propone que “la manera en que las emociones y los sentimientos de emoción influyen en nuestra toma de decisiones se produce a través de los marcadores somáticos. Las emociones y sentimientos ‘marcan’ las distintas opciones en nuestra toma de decisiones, ya sea como alarmas para prevenir opciones que puedan desencadenar emociones negativas o como invitaciones a aquellas que probablemente nos generarían emociones positivas”. Estos marcadores somáticos son reacciones fisiológicas que le muestran al cerebro el nivel de aceptación con respecto a la situación.

En resumen, los gustos se adquieren a lo largo de la vida, asociados a las emociones que acompañaron las experiencias vividas.

Cómo se promueve la construcción de los gustos

Es claro que los gustos y las emociones van de la mano en el proceso de desarrollo de la persona. Para promover la construcción consciente de la escala de gustos y el valor que se le otorga, es importante exponer a los niños y jóvenes a experiencias estéticas que despierten emociones en ellos; hacer conscientes las emociones y explícitos los gustos o disgustos asociados a ellas. Por ejemplo, con el arte plástico, con la música o con la literatura.