Los seres humanos somos seres sociales. Nuestra supervivencia y evolución han dependido de nuestra capacidad para relacionarnos. Además, la investigación científica ha demostrado que nuestras relaciones tienen un efecto en nuestra salud física y mental.
Aquí abordamos la importancia de las relaciones para nuestro bienestar, explorando tres principales componentes: conectar con los demás, apreciar a los demás y construir relaciones armónicas.
La vida de los seres humanos depende de nuestra relación con los demás, es por eso que las relaciones humanas son tan importantes. Sentir conexión, amar y ser amados, cuidar y ser cuidados son necesidades humanas fundamentales. Establecer relaciones es importante a lo largo de toda nuestra vida.
En los primeros años de vida, la interacción con los demás es vital para nuestra supervivencia, requerimos de nuestros mayores para alimentarnos y para aprender. Aunque con los años vamos desarrollando capacidades que nos permiten ser independientes, la relación con los demás es importante para cosas tan básicas como aprender a hablar y conocer el mundo, hasta para navegar por las distintas esferas sociales que dan lugar a nuestro sistema de vida: la escuela, el trabajo, la comunidad a la que pertenecemos, etc.
Además, conectar con los demás en distintos niveles tiene un enorme efecto en nuestro bienestar: las redes más amplias contribuyen a nuestra felicidad porque nos hacen sentir parte de algo, lo que beneficia nuestra autoestima; además, las conexiones más cercanas nos dan un mayor sentido de vida y nos aportan apoyo.
El primer paso para establecer relaciones armónicas es ser capaces de apreciar a alguien o algo, reconociendo sus cualidades, sintiendo gozo por ello y agradeciéndolo. Dar gracias puede mejorar el bienestar psicológico, emocional y físico. Sentirnos agradecidos nos da más energía, más optimismo, nos permite generar mayores conexiones sociales y nos da más felicidad, además de reducir situaciones de riesgo de salud, tanto física como mental.
Para vivir, crecer y aprender de forma plena es necesario establecer relaciones con los demás, ya que nuestros procesos de desarrollo están completamente influidos por la interacción con otras personas.
La manera en la que nos relacionamos influye en nuestro bienestar individual y social. La investigación científica ha mostrado que las personas con relaciones afectivas armónicas tienen estados emocionales que favorecen una mejor salud y una vida mejor.
Nuestras percepciones, sentimientos, emociones, pensamientos y acciones son consecuencia de nuestras interacciones con el entorno físico y con las relaciones que construimos. Identificar y diferenciar el efecto que tienen las relaciones en nuestras vidas nos permite elegir y construir relaciones que contribuyan a nuestro bienestar personal.
Lo importante es la calidad de nuestras relaciones, no la cantidad. De hecho, las relaciones de mala calidad tienen un impacto negativo en nuestra salud y bienestar. Por lo tanto, es vital tomar medidas para construir y mejorar nuestras relaciones en general, y las más cercanas en particular.
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